viernes, 8 de marzo de 2013

REMOLINOS DE BARRO.


Por la vertiente de la vida diaria se observan corrientes furiosas, remolinos de barro, que conllevan en sí mugre y putrefacción que se ha asentado en el fondo del agua.
La convulsión y la furia hacen subir a la superficie esa mugre acumulada de mucho tiempo .No se calman las aguas, por el contrario, se convierten en cascadas que  salpican hacia ambos lados  con furia incesante. Al parecer, las aguas continuarán así hasta que la presión del pueblo disminuya su enojo y decepción, sin importar banderías políticas.

Llegará un día, cuando se advierta la verdadera depuración, de ese fondo de mugre,         que ya, por sí solas las aguas se calmarán, vendrá una especie de remanso, pero en las orillas se verán los restos de desechos contaminantes, aquí y allá. 
Volverá a comenzar el ciclo de purificar y fertilizar las aguas y con mucho esfuerzo se habrá de lograr, pero valdrá la pena, si con ello, se refundan y refuerzan las instituciones, necesariamente limpias y al servicio del pueblo, que nunca debieron dejar de ser...porque, la ambición desmedida, se encadena a la corrupción y hace olvidar a los distintos personajes, que sus salarios son pagados por el pueblo y están ahí en sus puestos, porque el pueblo los eligió, que es el gran soberano. El día que se entienda de esa manera, los pueblos estarán salvados, de la cotidiana corrupción sufrida.
                                                                                                                                    NORA.

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