lunes, 27 de mayo de 2013

HABÍA UNA VEZ......


Era una joven alegre y soñadora, nacida en un pueblo pequeño que vivía con sus padres y hermanos y su vida trascurría alegre dentro de la humildad pueblerina. Su gran ambición era obtener su título de maestra, eran tiempos difíciles y lograr un estudio superior era un privilegio de pocos.
 Su padre, hombre serio, proveniente de un país extranjero traía consigo raíces muy protectoras y no pasaba por su mente que su hija se ausentara del pueblo para estudiar, no lo iba a permitir....así trascurrieron los años y la joven no logró estudiar su ambicionada carrera, pese a su tristeza y frustración.  Llegó un día maravilloso en su vida en que apareció ,un joven apuesto , con una voz cálida que entonaba cantos acompañado de una guitarra , era su príncipe azul , no había ninguna duda , era para ella ! lo esperaba ....después de un largo noviazgo  se casaron y la joven soñadora pensó ,que no podía pedirle más a la vida .  Luego llegaron dos hijas y eran la familia perfecta. Pero como todo sueño tiene un final, llegaron los malos tiempos, el ya no era el mismo, comenzaron las ausencias, las mentiras, el abandono, cada vez con más frecuencia y sin disimulos.

  La joven, comenzó a sentir tristeza en su alma, no comprendía esa situación tan amarga.  Ella lo había dado todo, porque sentía la sensación, que algo se rompía en su vida. Decidieron irse a otra ciudad y ella pensó que quizá, todo cambiaría, sentía una pequeña esperanza. ! Pobre soñadora no fue así, por el contrario, el derrumbe fue, muy rápido.  Su vida alegre y feliz se convirtió, en una angustia permanente, su príncipe, cada día se alejaba más, era inevitable, ¿por qué le sucedía esto? sus hijas, lo sufrieron también, en sus pequeñas vidas, sin entender nada. ¿Qué hacer en un una ciudad desconocida? pensar en trabajar, aprender un oficio....se sentía muy sola y con el alma desgarrada, por su gran amor ausente.  Sacó fuerzas de su pena y comenzó a estudiar un oficio, que le permitiese  ganarse la vida, a su vez la familia, se desgranaba, sin cesar.  Pasaron años de lucha y soledad, hasta que apareció otro hombre en su vida, pensó que tal vez, había una nueva oportunidad, de rehacer la vida. De esa relación, nació una niña, una alegría al nuevo hogar. Pero como la vida de una mariposa, así fue de efímera la felicidad, no era el hombre para su vida. Nuevamente sola a pelear la vida. Así pasaron los años, con altibajos, no es fácil la vida para la madre sola. Trabajó mucho, sin pausa y sin desfallecer. Trató después de muchos años, de disfrutar de las pequeñas cosas, pero la vida, había pasado. Un día, la encontró la muerte serena y en paz y se fue a ese largo viaje sin retorno .  Pensándolo bien , tal vez habrá ido al encuentro de aquél príncipe, encontrándolo en un pequeño pueblo , con la guitarra en las manos y dulces canciones para ella , nunca antes cantadas . 
                                                                                                      Nora.

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